
No estaban ni dormidos ni se les fue el santo al cielo discutiendo, como declararon en un primer momento. El capitán Timothy B. Cheney, de 53 años, y el primer oficial Richard I. Cole, de 54, ambos pilotos de
Northwest Airlines, se “pasaron”
150 millas del aeropuerto donde debían aterrizar la semana pasada en Minneapolis porque estaban
enfrascados cada uno
con su ordenador portátil. algo que está expresamente prohibido por las ordenanzas de la compañía y que puede costarles mucho más que el despido. Se habla de suspender o revocar sus licencias de piloto, y hay quien ha llegado a pedir que vayan algún tiempo a la cárcel.
No sólo estaban cada uno a lo suyo con los portátiles, sino que tampoco contestaron durante
78 minutos a los avisos del ATC.
Cuatro cazas militares llegaron a ponerse a punto para derribar el avión si persistía la incomunicación y seguían creciendo los temores de secuestro. Un viento de cola abrevió el viaje, cosa que los pilotos no advirtieron. Por suerte el percance no fue a más, ninguna de las
150 personas a bordo que viajaban en el
A320 sufrió ningún tipo de problema, el problema lo sufrirán los pilotos.
0 comentarios:
Publicar un comentario